El acrónimo BMX es una síntesis de BicycleMoto Cross. La raíz de este deporte se encuentra a finales de los 60’s como forma de imitar los saltos y movimientos que ejecutaban pilotos en motos de campo traviesa o motos de Cross, pero sobre rodados de tracción humana y a pedal. Suele asociarse geográficamente en sus orígenes a la zona de California, EE. UU., pero existe material que describe la práctica del deporte mencionado en otros países de Europa aproximadamente en el mismo periodo de tiempo. Un gran desarrollo tecnológico-deportivo llevó a una intensa evolución que posiciona al BMX de hoy organizado como relata el texto a continuación...
La primera de las disciplinas deportivas en conformarse histórica e institucionalmente dentro del conglomerado multi-disciplinario del BMX. Se compite en circuitos de tierra arcillosa compactada y generalmente los circuitos oficiales cuentan con extensiones peraltadas en asfalto por sobre sus curvas para lograr una mayor adherencia de los neumáticos. Su longitud va desde los 350 a los 500 metros con amplitud suficiente para que 8 pilotos compartan circuito sobre bicicletas rodado 20" o rodado 24" en las categorías Crucero. Las competencias son diferenciadas por género con sub-divisiones establecidas según edad y nivel de habilidad, las bicicletas configuradas con diferentes materiales, geometría y componentes altamente tecnificados se diferencian de las utilizadas en las demás variedades del BMX. Considerando la exigencia de esta disciplina los atletas se someten a un entrenamiento balanceado y riguroso para conseguir los mejores resultados, no por falta de méritos el BMX Racing se consagró como una nueva variante por vez primera en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y ha sido construido un vínculo muy fuerte con lo que representan las disciplinas alternativas y las juventudes ante el movimiento Olímpico.
Esta disciplina se decanta del BMX Racing y guarda mucha similitud con su movimiento cinetico. Difiere de su antecesora en que la modalidad de competencia es individual y cronometrada, siendo la esencia de su movimiento el balanceo en sus obstáculos logrando el tiempo más rápido pero sin pedalear. En competencias oficiales sus circuitos están construidos completamente de asfalto pero también los hay de tierra. En sus versiones de asfalto es un escenario propicio para ser compartido con otros rodados como los Monopatines y el Skate, muy accesible para todos los niveles de habilidad por su construcción sinuosa pero con ondulaciones suaves y progresivas. Como consecuencia de su creciente desarrollo y gran número de seguidores existe un campeonato mundial de esta disciplina regulado por la UCI.
La modalidad del BMX Flatland se encuentra incluida dentro de lo que llamamos BMX freestyle o BMX de estilo libre, despliega gran diversidad de figuras en sincronía y combinación sobre superficie lisa sin necesidad de rampas o rieles para su práctica pero con la plasticidad del arte y la rigurosa disciplina del deporte. Es una modalidad regulada desde hace largo tiempo y oficializada por la Unión Ciclista Internacional que demanda gran concentración y equilibrio tanto como dominio del rodado en toda su extensión puesto a que el apoyo del pie en el piso no solo influye en la fluidez de la rutina, sino que también reduce la escala del puntaje que el colegio de jueces asignara a la maniobra realizada. Las bicicletas empleadas en esta rama cuentan con cuatro plataformas conocidas como pegs o picadores que se encuentran ubicadas a cada lado de las ruedas de manera de utilizarse como herramienta fundamental para efectuar los diferentes trucos. Estos vehículos están diseñados exclusivamente tomando en cuenta las necesidades propias de la disciplina facilitando la ejecución de las más variadas maniobras.
El BMX de estilo libre y la urbanización dieron lugar a esta disciplina en la cual las figuras son desplegadas originariamente en la calle involucrando los obstáculos que la misma presenta de forma improvisada. La carencia de espacios propios en los inicios del BMX potenció la práctica de la disciplina en las calles y en fusión con diferentes movimientos culturales urbanos y deportes relativos como el Skateboarding, se fue gestando el nacimiento del BMX Street como variedad del BMX Freestyle. En esta rama se realizan trucos sobre obstáculos tales como muros, rieles, planos con inclinación, paredes y cualquier otro tipo de obstáculo móvil o inmóvil. La enorme combinación de trucos está sujeta al ingenio y originalidad de quien expone según su nivel de habilidad. Competitivamente su evolución lo llevo a ser una modalidad de contiendas a nivel mundial con torneos que son propios de la disciplina y también a encontrarse incluida entre las disciplinas reguladas pertenecientes al circuito de las Copas Mundiales UCI. El fácil acceso al campo de la práctica en esta variedad hace que sea una de las variantes más populares del conglomerado BMX.
La arquitectura propia del movimiento BMX Freestyle se funda en rampas curvas, ofreciendo la posibilidad de realizar maniobras en el aire así como en sus bordes acondicionados con barandillas en donde realizar trucos de estilo libre que incluyen Pegs al igual que en la disciplina Street, pero con la diferencia de exponer sobre un solo obstáculo puntual y con principal enfoque en los trucos de aire. El Vert o Half Pipe, como se le conoce a este obstáculo originariamente posee forma de medio tubo aunque de forma progresiva evoluciono para incorporar entre cuarto y cuarto de su media circunferencia un espacio plano de recuperación y haciendo cada uno de sus extremos un cuarto o quarter de extensión vertical que puede alcanzar aproximadamente los 4 metros y medio de altura. Maniobras que se ejecutan con importante velocidad y elevación dan poco margen de error en cada corrida y hacen de esta una disciplina con un encare muy cuidado y metodológico. Su impacto visual es digno de espectáculo y por ello está incluida entre las disciplinas de los X-games, representando fielmente en cada edición de uno de los torneos más importantes en el campo de los deportes extremos.
De las más recientes incorporaciones a los Juegos Olímpicos, el BMX Park entiende un balance de diversas variantes. Los circuitos de los torneos oficiales respetan estándares internacionales y constituyen parques de rampas polifacéticos que demandan alto rendimiento físico y mental. También separados por género y nivel de habilidad en baterías clasificatorias de un minuto hacia una final, uno a uno los competidores en completo uso del circuito llevan a cabo las estrategias de sus performances juzgadas por un colegio de jurado experimentado en la materia dentro de un rango de puntaje estandarizado de 00 a 99.99. Las exposiciones acrobáticas más extraordinarias ejecutando líneas originales y figuras de la mayor complejidad posible al día empujando los límites constantemente. Amplitud en las maniobras, fluidez, dificultad y limpieza tanto en la ejecución como en el aterrizaje son parámetros a observarse cuidadosamente para las autoridades designadas. Al igual que en las demás ramas del BMX, estos rodados están construidos con la más alta tecnología de ingeniería, materiales especiales y objetivo de conseguir unidades más rápidas, livianas y confortables. Los hoy bien llamados atletas de esta disciplina son poseedores de grandes reconocimientos fruto del gran compromiso que implica tal envestidura.
El lado del BMX más asociado al terreno de lo natural y lo artesanal, el Dirt Jump es una disciplina que consiste en ejecutar trucos de estilo libre en rampas construidas de tierra. En su versión de competencias oficiales cuenta con un partidor descendente para alcanzar la velocidad necesaria y al menos 3 saltos dobles en serie implicando salto y recibidor individuales, con la dificultad de estar posicionados con un vacío en medio de ambos otorgándole mayor impacto al terreno de juego. En su lado más aficionado: bosques, laderas, canteras, terrenos baldíos, todos escenarios propicios para construir uno o varios senderos con diseños ajustados al terreno de las formas más sinuosas y originales interactuando con la naturaleza del entorno. Involuntariamente su existencia se da posiblemente conjunto con otras ramas dado el hecho de que para su práctica solo se requiere la bici, un espacio de tierra, pala y un poco de esfuerzo. En competición oficial se juzgan prácticamente los mismos parámetros que en el Freestyle Park, tendrán mayor peso el estilo, fluidez y altura sin descuidar la calidad, dificultad y originalidad. Básicamente las bicicletas de esta disciplina no tienen enormes diferencias a las de BMX Park pero las más recientes versiones de bicicletas de Dirt Jump se muestran como híbridos BMX–MTB con gran influencia técnica y práctica para cada piloto y su andar.
Rider de BMX Freestyle, organizador y actual presidente de la comisión de BMX de la Federación Ciclista del Uruguay.
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